domingo, 25 de mayo de 2014

El Caribe o la confederación de estados cimarrones

EL CARIBE O LA CONFEDERACIÓN DE ESTADOS[1] CIMARRONES[2]: Reflexiones entorno a la participación cimarrona en los movimientos independentistas del Circuncaribe.
Fabiola Meléndez Guadarrama[3]

Palabras clave: cimarrones, movimientos independentistas, caribe, siglo XVIII y XIX.

PRELIMINAR:
En la  historiografía sobre el Caribe, la definición geográfica de la región se ha extendido o reducido según el interlocutor y el momento  político  en curso; Sin embargo pese a que entendemos que la definición geográfica caribeña esta en continua movilidad, este estudio distingue ciertos consensos sobre dicha delimitación espacial.
Estudios como los de la Dra. Johana Von Grafenstein explica la región Caribe, -entre otras cosas-,  a partir de  las diversas dinámicas de intercambios intercoloniales , que para el siglo XVIII expresan una notable dimensión.  De ahí la necesidad de reconceptualizar la demarcación, para incluir  aquellos puntos aledaños a las antillas del mar caribe,  por lo que  la Dra. Von Grafenstein, la define como una Área Circuncaribeña[4],, con lo que se enfatiza la continuos y permanentes  intercambios entre las antillas y territorios costeros en tierra firme aledaños al Mar caribe.
Mapa del Circuncaribe en el Siglo XVIII.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX se extendieron  a lo largo y ancho del continente movimientos de insurrección con ideas de independencia. Algunas regiones con mayor  éxito que en otros. Siendo el caribe y particularmente Haití , puntos nodales en el desenvolvimiento de dichos procesos independentistas.
Es importante destacar los roles protagónicos de los grupos de afrodescendientes como actores materiales e intelectuales  de dichas luchas independentistas del Caribe. A los que rastreamos en un primer momento, como aquellos grupos que desde su condición subalterna, rechazaron las condiciones de dominación impuestas, y establecieron desde fechas muy tempranas, una resistencia permanente a los sistemas coloniales, me refiero a los grupos de cimarrones, que con características de organización militar, buscaron la supervivencia de sus grupos.
Por otro lado, es preciso matizar la participación militar de los afrodescendientes en las independencias caribeñas, debido a que estuvo presente, -por lo menos en lo que concierne al tipo de colonialismo hispano-,  tanto en las filas realistas como independentistas. [5] Por lo que este estudio planteará ambas posibilidades para explicar  la movilidad política y social de dichos individuos.
Así mismo y para tratar de sistematizar dichas apreciaciones, este estudio se ciñe a plantear algunos ejemplos al interior de las colonias de origen hispano en la región, particularmente Veracruz, la Habana, y Cartagena de Indias, que contemplará los albores del siglo XVIII y  principios del XIX, debido  que representan escenarios  y momentos claves en la resistencia cimarrona.
GENERALIDADES:
Existen trabajos clásicos de intelectuales caribeños, como los de CLR James, Eric Williams y Germán Arciniegas, que criticaron la mirada colonialista de las explicaciones sobre identidad, buscando diversificar las temáticas  de los distintos puntos del Caribe; con el objetivo de  problematizar  situaciones comunes de estos pueblos, más allá de la lengua o las experiencias coloniales, buscando focalizarse en experiencias históricas comunes[6], de entre las que destaco, la implementación del sistema de trabajo esclavista de origen africano, que resignificó la historia colectiva e identitaria de estos pueblos, donde el factor étnico del negro africano, se consolidó como una herencia imborrable de estos pueblos, aunque pocas veces reconocida por la historia oficial.
Un asunto no menor se asoma en esta reflexión sobre el reconocimiento formal de los aportes del esclavo africano en el caribe, que tiene que ver con la aprobación de las historiografías anglófonas, francófonas o hispanas. La UNESCO[7] que ha contribuido a esta desmitificación de procesos y el reconocimiento del papel del negro africano, no ha estado ausente de esta dinámica, y también ha favorecido explicaciones para la región desde la historiografía anglófona, faltando desde mi perspectiva,  unir otras reflexiones para enfrentar la diversidad que estamos enunciando.
Por supuesto, la diversidad étnica y cultural, en el Caribe, no es solo africana, sino también asiática  y europea, y juntas conforman las múltiples identidades caribeñas, sin embargo, en este ensayo solo plantearé el factor africano, por que considero que es el más claramente identificable y simbólicamente representativo de esta historia en común.

LUCHAS CIMARRONAS, UNA CONSTANTE EN EL CARIBE, APUNTES SOBRE LA COMARCA VERACRUZANA:
En el estudio de fenómenos comunes para el Caribe, Antonio Benítez Rojo,[8] describe la importancia de los cimarrones en las luchas por las independencias de la región; Este planteamiento puede ser identificado,  a partir del caso veracruzano en la Nueva España, debido a que reúne una importante concentración de Milicianos Negros[9], distribuidos en asuntos de defensa Costeros, propios del Puerto de Veracruz, que hasta el siglo XVIII representó el punto oficial para intercambio de mercancías entre la Península Ibérica y la Nueva España. En este contexto defensivo del Reino Hispano, los grupos afrodescendientes, negros, mulatos y pardos, fueron los actores más destacados.
En contraste con estas milicias realistas, tierra adentro del puerto de Veracruz, en la región montañosa conocida como Cofre del Perote, se libraron prolongadas batallas con otro sector de afrodescendientes, me refiero a los grupos de negros cimarrones, del que destacó la del líder Bran de nombre Yanga, quien lideró un grupo importante de cimarrones, primero, a partir de estrategias militares de defensa, aunque también existen evidencias de relatos de capitanes captores de cimarrones  y de algunos de los frailes que acompañaban a dichas campañas militares. La presencia armada de cimarrones, se distinguió por ser de armas blancos como los arcos y las flechas, mismos que se conseguían  a partir de intercambios clandestinos con indios, esclavos negros, o incluso españoles con algún interés con dichos grupos rebeldes.[10]
 En este relato bélico de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, la población afrodescendiente, estuvo itinerante entre las filas realistas e independentistas, debido a una estructura poco rígida por parte de la Corona de los grupos milicianos. Así pese a que la Corona obtuvo grandes beneficios al reclutar hombres negros  libres como los lanceros, y se formaron grandes divisiones en el gremio, pues a menudo las situaciones de “libertad” estuvieron de la mano de la descalificación de criollos y peninsulares, quienes solo veían en ellos, a otros miembros más de la “chusma” veracruzana.
Las contradicciones entre los grupos de los milicianos negros fueron múltiples, como la posibilidad de establecer alianzas con los  cimarrones, debido a la posibilidad de evadir deberes propios de su condición. Así pese algunas documentaciones sobre los privilegios de algunos grupos milicianos, como el fuero militar[11], existen estudios que hablan de los  obstáculos aplicados a los milicianos negros[12], para no permitirles el acceso prometido por la Corona.
En este escenario, resalta el aspecto de la “movilidad” como un aspecto propio de los milicianos mulatos y pardos, y el dilema de la sociedad de su época, que los “necesitaba” al mismo tiempo que “no los aceptaba”, y mucho menos se les reconocía en sus múltiples labores de defensa del reino. Así que ante la poca aceptación de los milicianos negros, la posibilidad de volver al bando insurgente fue una alternativa atrayente para mulatos y pardos libres.
Luchando en ambas trincheras, los afrodescendientes, fueron la gran base de la guerra independentista en México, según apunta Antonio García de León: En la región del puerto habían entonces 654 españoles, mil 614 mestizos y 5 mil 841 pardos y morenos hábiles para el combate[13]. Así el desbordante número de milicianos negros respecto al resto de los enlistados realistas, resalto en las batallas del litoral y tierra adentro. Esta proporción mantuvo poca estabilidad, pues las múltiples presiones realistas, ocasionaron notorias deserciones, no  solo de los afrodescendientes, sino de muchos de los milicianos en cuestión, pues la lucha independentista, perfilaba luchas y resistencias con demandas de directa inclusión del grupo negro, como aquella que dictaba “La abolición de la esclavitud”, en 1810 por el cura Hidalgo, y que fue la consigna de lucha de uno de los líderes mulatos más destacados como José Ma. Morelos. Y pese a que estas medidas no fueron aplicadas en el corto tiempo, o por lo menos no antes del establecimiento formal de la Constitución de 1824, fundaron las bases para la eliminación de las distinciones de castas, en el pueblo mexicano.
Sin embargo, en el tiempo largo aún es débil el rescate historiográfico  del protagonismo de los grupos africanos y sus descendientes; respecto a los procesos emancipatorios en la región Circuncaribeña, de lo que destacado aquellos grupos cimarrones que desde la clandestinidad y orientados por una cierta estrategia militar, dieron vida a gran parte del movimiento independentista en la Nueva España.
Solo me resta apuntar, que el caso Novohispano, es muestra de las múltiples contradicciones sucedidas en territorios Circuncaribeños, respeto a lo  moralmente aceptado, de lo penado, que solo sirvió para acentuar las problemáticas y diferencias entre los distintos grupos socio-raciales de la época. 
Así entre los grupos de cimarrones, el factor de “inclusión”, fue decisivo en la fidelidad al grupo insurgente y determinante en el triunfo del mismo. Las estructuras coloniales, los lazos y diferencias creados en los territorios conquistados, tuvieron puntos en común, y la participación activa de los cimarrones en las independencias de estos pueblos, sin duda son prueba fehaciente de ello.


ANEXO 1
Milicia de Veracruz, 1767. El orden de esta ilustración muestra el status a cada uno de los varios grupos de militares en las unidades españolas. Están ordenados de izquierda a derecha por los rangos más altos. Primer columna de izquierda a derecha: Oficial de Granaderos, Oficial de Fusileros, Soldado de Ganaderos, Soldado de Fusileros. Segunda columna de izquierda a derecha: Oficial de Pardos Libres, Oficial de Morenos Libres, Soldado de Pardos Libres, Soldado de Morenos Libres.




Archivo General de Indias, Mapas y Planos, Uniformes,95. Reproducido por cortesía del Museo Natural de Historia  de Florida, Exhibición Fort Mouse. Citado de Jane Landers en “Cimarrón and Citizen” p.131 en Slaves, Subjects and Subversives. Back in Colonial Latin America. University od New Mexico, Press Alburquerque, 2006.





BIBLIOGRAFÍA:
Benítez Rojo, A: La isla que se repite, Barcelona, Casiopea, 1998.
Carroll, Patrick, Blacks in Colonial Veracruz: Race, Ethnicity and Regional Development. Austin, University of Texas Press. 1991
De la Serna, Juan Manuel, “Clase, raza y guerra. Las independencias de México y el Caribe”. Ponencia presentada dentro del marco de las IX Jornadas del Libro Caribeño, DEH-INAH, Ciudad de México, 13 y 14 de Noviembre del 2009.
García de León, Antonio, “Las Milicias de Pardos y Morenos en el Veracruz del siglo XVIII: una aproximación general”, En: Tierra adentro, mar en fuera. La Veracruz colonial y su costa de Sotavento. Inédito, 2003.
Giovannetti. J. L.: “Grounds of Race. Slavery, Racism and the Plantation in the Caribbean”, Latin American and Caribbean Ethnic Studies,Vol. 1, No. 1, April 2006*
Girvan, Norman, Conferencia que presentó en Puerto España, Trinidad en 2001, en calidad de Secretario General de la Asociación de Estados del Caribe.*
Grafenstein Gareis, Johanna von, Nueva España en el Circuncaribe, 1779-1808: revolución, competencia imperial y vínculos intercoloniales, México, CCYDEL, UNAM, 1997.
James, C. L. R.: Los Jacobinos Negros, Toussaint Louverture y la Revolución de Haití,  Turner, FCE, 2003, Primera Edición, 1938.
Landers, Jane,  “Cimarron and Citizen”; En: Slaves, Subjects and Subversives; Blacks in Colonial Latin America, University of New Mexico Press. Alburquerque. 2006.
Meléndez Guadarrama, Fabiola,  Negro en rebeldía: De esclavo fugado  a apalencado. Casos comparados entre San Basilio de Palenque y San Lorenzo de los Negros, Siglo XVII .Tesis de Maestría, Posgrado en Estudios Latinoamericanos- UNAM, Febrero de 2009. Inédito.

UNESCO, General History of the Caribbean, London, UNESCO pub., 1996-200…, Vol III: The Slave societies in the Caribbean.

Vinson III, Ben,  Bering Arms for His Majesty: the Free Colored Militia in Colonial Mexico, Stanford, Stanford University Press, 2001.
Williams, E.: Capitalism and Slavery, Chapel Hill, University of North Carolina Press, 1964. (Hay edición en español)
*Material socializado por el Dr. Oscar Zanetti, durante el curso “Introducción al Caribe Contemporáneo”. Realizado por el  Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos (PPELA) de la UNAM.  Durante las  sesiones del 22 al 30 de septiembre de 2009




[1] Defino Estado en el contexto de las formaciones del estado-nación del Siglo XIX. Y aunque pueda resultar un concepto anacrónico, por ser un concepto propiamente utilizado para la segunda mitad del siglo XIX, yo lo retomo para explicar un aspecto de identidad, en una perspectiva de larga duración.
[2] Cimarrón: silvestre, indómito, montaraz(…) es nombre común en las Indias de todos los animales silvestres. Tomado del Diccionario de  Autoridades. vol. 1, 1729,  pp.350. Por lo anterior, durante los distintos momentos del periodo colonial en territorios americanos, se denominó como cimarrones a aquellos esclavos negros que huían de sus propietarios
[3] Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos.-UNAM. Doctorante, Generación 2009-2.
[4] Grafenstein Gareis, Johanna von, Nueva España en el Circuncaribe, 1779-1808: revolución, competencia imperial y vínculos intercoloniales, México, CCYDEL, UNAM, 1997.
[5] Investigaciones recientes sobre las Milicias de Pardos y Mulatos en la Nueva España;  Revelan enfrentamientos militares, tanto en la Costa Golfo  como en la Pacifico con grupos realistas e independentistas de orígenes principalmente afrodescendiente  para ambos bandos. Retomado de la Conferencia del Dr. Juan Manuel De la Serna “Clase, raza y guerra. Las independencias de México y el Caribe”. Dentro del marco de las IX Jornadas del Libro Caribeño, DEH-INAH, Ciudad de México, 13 y 14 de Noviembre del 2009.
[6] He retomado este planteamiento general de la Conferencia  de Norman Girvan, que presentó en Puerto España, Trinidad en 2001, en calidad de Secretario General de la Asociación de Estados del Caribe. En este trabajo, Girvan,  ahonda en explicaciones sobre el conflicto de aquello nombrado como: “caribeñidad” con fuertes críticas sobre los históricas definiciones de la región denominada como “El gran Caribe”. De la que desprendo algunas de mis inquietudes para resaltar elementos comunes  en la comarca, como la activa participación de los grupos  africanos  y afrodescendientes.
[7] Existe una colección de 6 volúmenes para hablar de la Historia General del Caribe, que se han  editado a lo largo de los años por la UNESCO, desde el año 1996 hasta 2000, y que  aún no escribe si último número. De esta colección destacan autores caribeños del área anglófona como  Knight, F. W, quien a demás funge como moderador del vol. 3.
[8] Benítez Rojo, Antonio: La isla que se repite: El caribe y la perspectiva posmoderna, Hanover, Ediciones del Norte, 1989. Tomado de W.F. Santiago-Valles, “The Caribbean Intellectual Tradition That Produced James and Rodney”. Document Number: A66709133 © 2002 por Gale Group, Inc. 
[9] “En la Nueva España, y en algo que se instituiría hasta fines del XVIII, las principales jurisdicciones con población miliciana, además del norte y de algunas ciudades del Altiplano (México, Puebla, Valladolid, Antequera…), fueron las jurisdicciones de la Mar del Sur  -Colima, Motines, Zacatula, Acapulco, Igualapa, Xicayan, Huatulco-Huamelula y Tehuantepec-, así como las de la Mar del Norte: Pánuco, Tamiahua, Papantla, Jalapa, Veracruz, Cosamaloapan, Tuztla, Acayucan y Tabasco”. Tomado de Antonio García de León, Las Milicias de Pardos y Morenos en el Veracruz del siglo XVIII: una aproximación general. Inédito, 2003.
[10]   Fabiola Meléndez Guadarrama, Negro en rebeldía: De esclavo fugado  a apalencado. Casos comparados entre San Basilio de Palenque y San Lorenzo de los Negros, Siglo XVII .Tesis de Maestría, Posgrado en Estudios Latinoamericanos- UNAM, Febrero de 2009.
[11] Juan Manuel De la Serna, “Integración e identidad, pardos y morenos en las milicias y cuerpo de lanceros de Veracruz en el s. XVIII”; Carroll, Blacks in Colonial Veracruz, pp- 126;
[12]Ben Vinson III, Bering Arms for His Majesty: the Free Colored Militia in Colonial Mexico, Stanford, Stanford University Press, 2001.
[13] García de León, Ibidem, 2003. AGNM, Indiferente de Guerra. 47-B, 26 enero 1799.